A la pedagoga Rosa Rodríguez ,Vicepresidenta del COPEC  y miembro de la Junta de Gobierno de dicho Colegio profesional,  se le encargó recientemente que actuara como observadora cualificada  de un taller formativo de contenido y metodología innovadores. Compartimos con todos y todas sus percepciones ya que el análisis que realiza confirma una vez más la efectividad de las metodologías reflexivas y experienciales  en los procesos de desarrollo  profesional.

 El pasado 29 de septiembre, un sábado lluvioso, 21 personas de todo Cataluña e incluso de Madrid, se dieron cita en el Colegio profesional de Pedagogos de Catalunya  para participar en el  taller Aprendiendo de la propia práctica, organizado por el COPEC y por PRÁCTICA REFLEXIVA. Taller que me otorgó  el privilegio de ser observadora de una metodología pedagógica basada en la reflexión y puesta en escena por dos pedagogas de excepción: las doctoras MªVictoria Gómez y Àngels Domingo, de la Plataforma Profesional de Expertos practicareflexiva.pro.

Si quién observa no es nunca impermeable, ya adelanto que me enriquecí mucho con todo lo  que se puso en juego en ese taller: habilidades, empatía, participación, escucha activa, adaptabilidad,… y, sobre todo, reflexión y análisis.

La preparación, metodología y profesionalidad de las dos pedagogas propició una sesión de 4 horas -que resultó breve – en la que ambas docentes en una simbiosis perfecta, lanzaban  propuestas a un público entregado sin reservas desde el minuto “0”. Participantes activos que recogían los in-puts y los trasladaban  al propio grupo mediante el debate y el anàlisis.
Para llegar a este estado de complicidad participantes y expertas, iniciaron el taller con una actividad práctica con todo el grupo-clase: una imagen proyectada con dos personajes y una pared sirvió para hacer emerger las diferencias de interpretación de los que estábamos presentes. Primer paso para demoler “lo que yo pienso es la realidad”, primer paso para ver que una misma cosa tiene diferentes visiones, presenta diferentes formas de abordaje. Después de esto los/as asistentes ya estaban preparados/das para presentarse entre ellos. Buena estrategia!

Continuamente las actividades iban cambiante: dinámica grupal, trabajo en grupos, puesta en común, breves presentaciones de las expertas…. los cambios de escenarios eran tan frecuentes que los/as asistentes se quedaban con ganas de seguir en lo  que estaban realizando: otra estrategia metodológica, provocar en el público el deseo de continuar.

De todo lo que surgió en la sesión destaco con algunas cosas que me impactaron:

  • “Un profesor en el aula toma cerca de unas 300 decisiones por hora, de forma automática, sin darse cuenta…”
  • Un docente, aunque haya preparado su sesión, una vez en ella se va adaptando continuamente al grupo-clase a partir de los “inputs”  verbales y no verbales que recibe…”. Afirmaciones importantísimas por su trascendencia y que sólo se aprecian al realizar una “parada técnica”, es decir, cuando se para a reflexionar sobre lo que ha sucedido valorando los resultados: la respuesta de retorno de los alumnos durante la sesión.

 Otra frase de las expertas que considero relevante, 

  • “La metodología de práctica reflexiva se puede aplicar en diferentes contextos profesionales”, en este punto las pedagogas mencionaron que en el ámbito de la salud, algunos profesionales de enfermería ponen en  practica esta metodología para revisar y mejorar la atención sanitaria a sus pacientes, atención que va más allá del tratamiento médico.

 Y una última frase,

  • Analizar la propia práctica requiere, del docente o del profesional, capacidad de autocrítica y de aceptar las críticas de los otros” y se puso como ejemplo que nos pudiéramos sentir cuestionados por algún colega, directa o indirectamente. Cómo se interpretaría: ¿como una agresión o como algo para analizar y, si hace falta, mejorar? Hasta qué punto aceptaríamos que uno colega nuestro fuera observador en una sesión de clase para que después nos pudiera trasladar los puntos fuertes y puntos débiles que ha observado de nuestra intervención?

 MªVictoria y Àngels hicieron aflorar sentimientos contradictorios en los asistentes, mayoritariamente docentes, supieron guiar al grupo hasta reconocer que a pesar de que nos consideramos buenos profesionales y con competencias sociales para trabajar en equipo, para ser empáticos, para compartir con los compañeros… ,en realidad en cada uno se produce  una respuesta emocional que se resiste a la crítica del otro.

Concluyo que profundizar en la metodología de práctica reflexiva ha de conducir forzosamente a una mejora profesional, a un aumento de la calidad en las intervenciones en cualquier contexto profesional. Este taller sólo era una “desgustación” de lo que puede llegar a descubrir un mismo de su práctica, cuando se reflexiona,  cuando se ha analiza lo que que ha sucedido, cuando se comparte con los otros una misma situación, cuando se APRENDE DE LA PROPIA PRÁCTICA.

Rosa Rodríguez Gascones

VICEPRESIDENTA

Colegio Profesional de Pedagogos de Cataluña