Un día Gandhi dijo: ”La grandeza y el progreso moral de una nación se mide por cómo trata a los animales”. Y seguramente es cierto,  pero quisiéramos añadir “…y todavía más por la manera como trata a las personas con discapacidad”.

  • Los Centros ocupacionales. Qué tarea hacen…

Los centros ocupacionales (CO) son equipamientos de acogida diurna que ofrecen atención rehabilitadora a personas con discapacidad intelectual en edad laboral. El objetivo es capacitarlas para que consigan la máxima integración social a través de la ocupación activa. Ofrecen acogida diurna y convivencia (manutención, higiene personal, actividades en grupo de relación, descanso, ocio, etc.) y hacen programas individuales con diversos niveles de atención.  Facilitan a sus destinatarios servicios de terapia ocupacional, con el fin de que puedan alcanzar, dentro de las posibilidades de cada uno y a través de un programa individual de rehabilitación, su integración social.

  • … el valor que aportan…

Si Gandhi relacionaba la grandeza moral de un pueblo con la manera de tratar a los animales, su reflexión nos conduce a relacionar el progreso moral de un pueblo con la su manera de  tratar a las personas,  y más todavía, a  las personas con discapacidad. ¿Os habéis parado a pensar en el valor social del trabajo que hacen estos centros? ¡Atienden  a personas que no pueden trabajar ni, a menudo, vivir de manera autónoma! Y ayudan a sus familias a afrontar una situación nada fácil. El valor social, humano, de estos centros es incalculable. Sin ellos, el problema sería enorme, seguramente insostenible.

  • … y los profesionales que trabajan en ellos…

Profesionales que viven cada día situaciones difíciles, muy difíciles, a veces. Que han de formar personas sin la capacidad de entender y comunicar que tenemos nosotros y que tienen, como principal objetivo, transmitir afecto y seguridad. Profesionales que viven, cada día, situaciones diferentes e inesperadas. Que cada día han de aprender gran cantidad de cosas y han de hacerlo muy deprisa. No tienen tiempo ni posibilidad de equivocarse demasiado. No tienen un manual que les explique qué deben hacer ni la seguridad de estar actuando correctamente. Trabajan con personas y eso, por sí mismo, requiere una alta capacidad reflexiva. Ellos, además, lo hacen con personas discapacitadas intelectualmente y, entonces, su necesidad de reflexionar sobre aquello que hacen, crece todavía más. Han de saber trabajar en equipo, gestionar la repercusión emocional que, sin duda, les genera el trabajo, y han de saber tomar decisiones sobre la práctica diaria. Por ello es importante una verdadera práctica reflexiva en su trabajo habitual. Ponemos a disposición de todos la experiencia de formación reflexiva realizada en un centre ocupacional. Leer más

Albert Lacruz Bassols

Colaborador de Práctica Reflexiva