La asignatura pendiente de estudiantes y docentes

Los cambios culturales y sociales provocados por las redes son de una gran trascendencia y plantean, entre muchas otras cosas, nuevos retos al profesorado. En estos momentos, el colectivo  tiene la sensación de hallarse en una situación de desventaja ante el hecho de que sus alumnos manejan de forma intuitiva tecnologías, lenguajes y dispositivos, que a ellos les resultan desconocidos.

Eso puede generar incomodidad en el aula o dudas a la hora de plantear programas docentes eficaces ante una cierta idea de retraso tecnológico que pueda poner en duda la solvencia y capacidad del profesor.

Pero esa desventaja, en realidad no existe. Es cierto que las jóvenes generaciones utilizan masivamente las redes, pero lo hacen desde una perspectiva social y como herramientas de ocio y relación personal.

La mayoría de ellos desconocen cómo aprovechar las capacidades de la red desde una perspectiva profesional. No saben utilizar programas para gestionar y distribuir de forma eficaz la información y tampoco conocen la importancia de crear marca personal que les permita ofrecer una reputación online sólida y coherente.

Ante esta situación, tanto profesores como programas docentes han de afrontar el reto que supone dotar a los estudiantes de una formación imprescindible  en redes y competencias digitales, con enseñanzas y prácticas específicas que les permitan entender los principios básicos de la red social, el pasado y presente de Internet y cuáles son los caminos de futuro que se pueden intuir en estos momentos.

El temario es amplio, pero debería incluir en una primera fase conceptos elementales: entender el cómo y porqué de la presencia personal en Internet, saber cómo funcionan y afectan las redes sociales a los profesionales, aprender a gestionar fuentes de  información y documentación, crear una identidad digital, que aportan las redes como herramienta de dinamización profesional, conseguir posicionamiento en buscadores y también saber medir mediante analítica web el éxito o fracaso de un proyecto.

En definitiva, la red ofrece unas posibilidades muy grandes de promoción, notoriedad, capacidad de relación con los clientes y creación de modelos de negocio a partir de una correcta comprensión de unos principios fundamentales que hoy por hoy no constan en ningún programa docente. Si como parece, la Universidad europea evoluciona hacia modelos formativos más profesionalizadores, resulta indispensable dotar al alumnado de una formación en capacidades digitales que les permitan ser competitivos en un mundo que ya funciona en red.

Y ante todo ello es importante precisar que profesores y estudiantes parten del mismo nivel. No hay diferencias relevantes y resulta fundamental que los programas educativos en sus distintos niveles, ofrezcan a docentes y discentes  la formación necesaria para adquirir de forma paulatina las habilidades y competencias digitales que ya son imprescindibles en la vida diaria.

Aplicando el viejo refrán que dice que “no es tan fiero el león como lo pintan”, los docentes, sean de la edad que sean, deben saber que la puesta al día de sus conocimientos en redes no es en ningún caso una cuestión técnica, sino cultural. Los conceptos básicos de la relación entre individuos, instituciones y grupos de investigación a través de la red son de un absoluto sentido común, al margen de la tecnología que se use para utilizarlos. Aplicar ese sentido común, así como  entender y asumir la profundidad de los cambios, permitirá una comprensión avanzada de los conceptos básicos de funcionamiento de la red logrando así una mayor competencia docente  e investigación educativa, complementando desde una perspectiva profesional las habilidades que ya poseen a nivel social la mayoría de estudiantes.

Odón Martí
Consultor de estrategia en redes
Colaborador de Práctica Reflexiva
www.odonmarti.com