Nos complace anunciar que la editorial Narcea y la Plataforma Internacional Práctica Reflexiva han coeditado un nuevo libro de alto interés para formadores de profesores cuyo título es Profesorado reflexivo e investigador. Propuestas formativas y experiencias internacionales.

Los coautores son expertos de la Plataforma Internacional Práctica Reflexiva que han coordinado equipos de investigadores de la UB (Universidad de Barcelona, España), la PUCV (Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Chile) y la Universidad Panamericana de CMEX (México).

Miguel A. Zabalza Beraza prologa el libro de forma brillante y glosa, entre otras, estas ideas:

  • La reflexión está en el ADN de la profesión docente.
  • Las aulas son los verdaderos laboratorios de investigación educativa.
  • Suele decirse que la reflexión requiere de soledad y silencio, pero eso es solo una verdad a medias. Reflexionar requiere también de diálogo, de comunidad, de transferencia de conocimiento, de aprendizaje coral.

El libro presenta una visión innovadora de la investigación educativa y se propone eliminar las barreras que la tradición académica ha construido lentamente a lo largo del tiempo entre dos actividades que en realidad son inseparables: la docencia y la investigación. Es en las aulas donde maestros y profesores llevan a cabo su función docente y educadora, y donde afrontan grandes interrogantes, problemas y situaciones que precisan investigarse. Las aulas son los actuales laboratorios de investigación educativa y en el perfil de los profesores deberían estar intrínsecamente enlazadas las habilidades investigadoras y las habilidades docentes que configuran al profesor-investigador. 

El libro, coordinado por Àngels Domingo, plantea la urgente necesidad de aproximar la investigación educativa a la problemática real de las aulas y para ello se nos propone que sea el mismo docente-investigador quien actúe a modo de puente que facilita el camino y acorta la distancia entre enseñar e investigar. 

A partir del pensamiento de D. Schön, que considera al docente como un investigador en contexto práctico, esta obra coral invita a avanzar en la consolidación de una nueva cultura docente basada en la indagación y en la investigación de aula, que es el escenario donde surgen las grandes hipótesis y tesis que precisan ser resueltas para mejorar los procesos de aprendizaje. 

Los autores del libro son docentes e investigadores expertos con una extensa y diversa experiencia de aula en diferentes niveles del los sistemas educativos de Europa y América, y que enseñan a investigar a maestros y profesores en distintas universidades de estos continentes.

¿Y cuál es la aportación más relevante del libro? En primer lugar, presenta las bases conceptuales para integrar docencia e investigación, y, en segundo lugar, ofrece a los lectores experiencias innovadoras de cómo enseñar a investigar a maestros y profesores en la práctica profesional. No se plantea una ilusión utópica. Este libro aporta, especialmente, propuestas y experiencias internacionales que muestran cómo desde la formación inicial y permanente los maestros y profesores se pueden adquirir las habilidades investigadoras necesarias para mejorar permanentemente su desempeño profesional y contribuir así al avance de la investigación educativa. El ejercicio de esas habilidades en la práctica profesional es el que conforma progresivamente la denominada competencia investigadora del docente, un reto ineludible que ya abordan los mejores formadores de docentes.

El libro ofrece a los lectores algunas claves para promover la cultura indagadora y las habilidades investigadoras en la formación de los docentes y presenta experiencias y resultados de cómo se han llevado con éxito en distintos países. 

Gracias a los autores por prestar tan generosamente su conocimiento y experiencia en un campo tan inexplorado y tan necesitado de avances.

Más información del libro y de su contenido aquí.

 

Dra. Ana María Mata
Equipo Impulsor PIPR