¿Por qué la formación inicial es, en general, más teórica que práctica y los y las estudiantes no experimentan modelos de base socioconstructivista en las mismas aulas donde se forman?

Según parece, el método expositivo todavía tiene un peso relevante en la formación inicial de profesores, a pesar de que los estudiantes manifiestan (cuando se les da oportunidad) que es poco útil para su formación. ¿Cuántos de los profesionales que nos dedicamos a la formación de profesorado hemos oído mencionar a algún estudiante argumentos parecidos al siguiente?: “En clase me explican el modelo socioconstructivista del aprendizaje de forma transmisiva”, dando a entender que existe una contradicción evidente entre lo que se enseña y cómo se enseña.

Martín y Cervi (2006) señalan que los estudios sobre el conocimiento profesional de los docentes han avanzado desde posiciones ligadas al paradigma proceso-producto (centra la atención en identificar aquellas características de la práctica docente que consiguen mejores resultados de aprendizaje en los alumnos), pasando por el paradigma del pensamiento del profesor (centra la atención en los pensamientos del profesor), hasta el paradigma del profesional reflexivo (centra la atención en la práctica y en la teoría, que se modifican mutuamente en un bucle recursivo). Sin embargo, a pesar de los avances que se han producido en materia de investigación educativa, estas autoras señalan que es fácil darse cuenta de que muchos de los programas de formación de profesores no reúnen todavía estas condiciones, por lo que es necesario investigar con rigor las dificultades que supone pasar del “estado actual” al “estado ideal”.

De acuerdo con Imbernón y Martínez Bonafé (2008), el salto del “estado actual” al “estado ideal” conlleva cambios en la actitud y en el proceso. Según estos autores, cambiar la práctica educativa significa cambiarse a sí mismo, como profesional, cambiar el contexto educativo, el lugar de desempeño, y hacerlo conjuntamente con los demás mediante el diálogo, la negociación y la colaboración. Compartimos esta idea, pero pensamos que es necesario abrir un poco más el abanico: nos parece esencial la necesidad de cambiar la actitud de la persona formadora, pero pensamos asimismo que el proceso de enseñanza-aprendizaje necesita que cambie también la actitud del aprendiz, que es hacia donde apunta el paradigma de la práctica reflexiva..

 

Referencias:

Imbernón, F. y Martínez Bonafé, J. (2008). Innovar en la teoría y en la práctica. Cuadernos de Pedagogía, 385, 62-65.

Martín, E. y Cervi, J. (2006). Modelos de formación docente para el cambio de concepciones en los profesores. En J.I. Pozo et al. (eds.) Nuevas formas de pensar la enseñanza y el aprendizaje. Las concepciones de profesores y alumnos (pp. 419-434). Barcelona: Graó.